viernes, 29 de febrero de 2008

Caminé por tus calles tan tuyas, tan misteriosas e intrépidas, dibujé en tu cielo miles de sueños, y humedecí mis pies con el agua de tus ríos, quise perderme en las rutas para no llegar a tu puerto, pero mis ojos pisan fuerte la ruta de lo abstracto, sobre el puente del olvido mis manos se asoman a la ventanilla, y esa brisa intensa me despeina una y mil veces. Tus noches juegan a asustarme pero yo sé que es un rato nada más, entonces sale el sol, tu sol, y ahora se ven tus baches, tus vereditas a medio pintar, y ahora me obligan a quererte así aquellos que gritan desde adentro. Se asienta en mis mejillas el mismo sol de tu cielo, el mismo calor que emana tu tierra.
Simulan tus esquinas no haberme visto, mientras me ofrecen contentas reparo y alivio. Y el abrazo cálido de tu viento que interpreta mi estado, que alimenta mis delirios. Tus costas bañan las orillas de mis ojos, y entre tanto que recorro me duermo en tus hombros, me quedo con tu sombras deslizándose en las veredas, con tu centro de orgullo, y márgenes humildes, me quedo a culminar lo que espero, a inmolar lo improbable, a recorrerte por completo así me olvide tu recuerdo…

2 comentarios:

macanudas* dijo...

de la descripción de un lugar hiciste poesía.
y las palabras tienen un contendio que va de lo concreto a lo difuso con una armonía muy particular, esa que le estás dando a todos tus textos.

muy lindo!

saludos,

lu*

malena dijo...

y tus letras se van deslizando, creando imágenes en cada línea

muy lindo !