viernes, 28 de diciembre de 2007

Verano!


Pies descalzos y hundidos en la arena,
sudor en la piel,
piernas blancas, indignadas con el crudo invierno qué las destiñó.
Cabellos enredados y manos entrelazadas por doquier.
Verano…
Qué calma las amarguras,
Qué sumerge al aburrimiento.
Se deslizan tus penas,
y aparece tú sonrisa breve,
pero entera.
Sabia brisa de verano
Enreda amores y colorea los perfumes del río, acompañados del viento, provocador e inquieto, qué viene a jugar con los niños sobre gotitas pequeñas.

Y el desatino inmediato, en un rincón de mi alma qué se pregunta, sin césar, sí te volveré a encontrar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

con mis tres neuronas que aún funcionan esta madrugada, sólo me alcanza para una sonrisa de placer al leerte........