"Un hombrecito importante"...

El mismo “hombrecito” de mis aventuras de niña, que luchaba contra “el mal” junto a la “dama” que escribe. El mismo, pero pasados algunos años.
Es que aun recuerdo, nuestros programas de radio imaginarios, yo leía (6), y mal por cierto, y él (10), sentado a mi lado corrigiéndome, grabador en mano.
Hoy; pasa horas frente a un monitor, saturado de documentos y archivos.
Él colecciona hechos históricos, políticos y económicos, en una caja de cartón.
Impulsa ideales y critica a toda hora.
Algo indiferente, soberbio, audaz, creativo, hiper-ordenado y un tanto obsesivo. Exigente. Todo en el mismo cuerpo, flaquito, que camina rápido y apurado.
Y sigue creyendo en la buena suerte que le dan los gatos.
El hombrecito de mis aventuras, conserva algo de niño en sus ojos, que hace notar, cuando cuenta, con entusiasmo las anécdotas de la familia, y se ríe de ellas.
Mates diez minutos antes de almorzar (infaltables), la AM suena de fondo, y yo, una victima más de sus criticas, sigo creyendo que lo quiero.