Y sentí que me estabas esperando,
tus rutas se abrieron para dejarme llegar.
Tus edificios me vieron caminar por tus calles,
me esperaste perfumada a café de desayuno,
y vi en tus bares el cigarrillo y el diario.
Me hablaron de lo insegura que son tus noches,
mientras yo recorría con mis ojos tus matices,
Me preguntaste si me quedaba, y tu cielo intentó convencerme,
Seré realista por un segundo; sos mucho para mí.
Me ofreces tanto, y me niegas poco.
Y yo desconfió y el miedo colapsa mis neuronas, (sinapsis intacta).
Me seguís preguntando si vuelvo, y te miro, y no sé que responderte.
El mundo de gente que te recorre me hace pensar en tu promiscuidad.
Multitud de gente en la nueve de julio,
oscurece,
el obelisco me mira curioso,
y yo, solitaria y confundida, no sé si voy a volver.