Juancito...

Sorprendido, por el combate verbal de aquel día entre sus padres, Juancito hizo un escudo a tanto lío, dejó que las palabras solo atravesaran sus oídos sin alojarse en su pequeña cabecita.

Juancito tenia seis años y una vida carente de afecto. Juancito vivía con sus siete hermanitos, y tenia hambre al volver de la escuela, sus ojos se acuerdan hoy, de esa rodaja de pan que ansiaba su estómago, aquélla que era merienda y cena.
Juancito tenia las zapatillas rotas, llenas de agujeros por donde se colaba el barro, la humedad y los prejuicios de más de un vecino.

Juancito trabajaba cuando podía, y le pagaban con una bolsa de azúcar morena por cada trabajo. (Eran épocas de miseria para el pueblo)

Juancito se enamoró un día, y se dio el gusto de tener hijos. Cinco hijos tuvo Juancito. Y una mujer que lo amaba.
Juancito ya no era juancito, ahora es solo Juan.
Juan tiene un trabajo digno y no le pagan con una bolsa de azúcar como en aquellos tiempos.
Juan es conocido en el pueblo por su bondad, por su sencillez y su incondicional orgullo paternal.

Juan ve crecer a sus hijos con ojos de orgullo.
A Juan le dieron cinco nietos sus hijos.
Juan hoy puede comer un kilo de pan por día si tiene ganas, y convidar a sus hermanos si quiere.
Juan es un hombre grande y canoso, que se levanta temprano y le ceba mates a sus hijos.
Juan regala plata (a escondidas de su mujer) a sus hijos.
Juan descubrió una vida hermosa y es protagonista de ella.
Juan es mi papá y como nunca hoy le digo que lo AMO!!!