Habia una vez, una amiga...

A veces imagino que seria si no la hubiera conocido, y ya lo sé, nada de lo que esta loca escritora principiante, de pelo enredado. tanto como sus sueños, seria igual.

Y las heridas cicatrizan una a una, y tu mirada cómplice de mis aventuras, remolca mis sueños utópicos hasta el más remoto océano de filosofía barata. Las misma filosofía que nos ayuda a tragar el mal rato.
Es esa frescura de tus palabras la que me envuelve, con la música de Ale como fondo.
Nos vemos como almas gemelas y nos observamos, algo sutil y sinceras, cómo nuestros cuerpos se moldean al pasar el tiempo.

Y nos reímos de los fracasos, y nos chupa un huevo el que dirán.
Loca ella, pero muy loca yo.
Compartimos el sabor dulce de las alegrías y el sabor amargo de aquellos ratos.
Y te agradezco una y otra vez por estar conmigo, y te miro y no puedo creer que sigas a mi lado, por que ya nada es igual, aquel chico que tanto nos volvía loca, ya no nos mueve un pelo, ya no estudiamos para los mismos parciales, y ya no vivimos en el mismo lugar, pero inevitablemente seguimos juntas.

Quedaron en aquel colegio los bancos que compartíamos, pero seguimos siendo cómplices de nuestros delirios y locuras.


Gracias por hacer que la ultima gota que derrame el vaso no sea más que una carcajada espontánea y un “¡no puede ser!”.
Gracias por hacer que todo lo que no tiene sentido sea a tu lado lo mas divertido.
Gracias por que cada segundo que disfruto a tu lado sea una mezcla rara de sentimientos, es sentirte cerca y entrarme a reír, es querer contarte todo y no dormirme jamás, por que ni los mates que nos tomamos nos sirven para desembuchar, todo de una jeje.
Gracias por brindarle a mi alma un pedacito de tu esencia, tan loca, tan autentica, tan tuya.
Gracias por ser mi amiga!...
Te quiero Neri!!!