En el despertar del màs dulce de los sueños me siento sola, acompañada constantemente de los que por ahora parecen ser mis ùnicos aliados; la soledad, el tiempo y el miedo. Es que me di cuenta que no puedo forzar sentimientos.
Fue el ùltimo beso, fue esa mirada fusilante de esos ojos tensos y un suspiro inevitable de un amor que en el mejor de los sueños despertò. Ya no me queda mas remedio que el de esperar bien despierta para cuando llegue la hora de soñar, con algun soñador furtivo y ferviente, apasionado y sincero, que me haga sentir nuevamente en un verdadero sueño...
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